Lo cierto es que tanto la historia como la filosofía nos han enseñado a considerar a las obras del pensamiento como realizaciones precarias, motivos de la reescritura y la re-elaboración permanentes. “El pasado es arcilla que el presente labra a su antojo, interminablemente...”, decía el mismo Borges, para quien esa inestabilidad de lo transitado por el tiempo ejercía una especial seducción.
El siglo XX nos ha acostumbrado a la inconstancia de las construcciones intelectuales y de sus categorías. A la luz de sus incesantes marchas y contramarchas, la continua reconsideración de nociones teoréticas, sistemas, doctrinas, paradigmas, métodos y normas, no sólo se ha demostrado posible, sino también necesaria. El final del siglo no ha reducido ese impulso problematizador. Por el contrario, a pesar de las múltiples revisiones, existen aún innumerables conceptos por repensar y redefinir.
En este sentido, la tarea que emprenden Luis Felipe Noé y Horacio Zabala no es menor. Su voluntad por captar la naturaleza de la práctica artística contemporánea los introduce de lleno en un terreno movedizo al que no son ajenas la reflexión estética, la revisión de sus postulados y la relectura de los clásicos.
Sus conversaciones transitan por la creación y la recepción, el presente y sus antecedentes, la filosofía y la historia, con naturalidad pero con rigor."...
Para leer más:
NOE, Luis Felipe; ZABALA, Horacio "Prólogo", El arte en cuestión: conversaciones. Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2000
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