"Memorial" de Camnitzer en el Parque de la Memoria


Fotografía de Claudia Contreras durante la inauguración de la muestra.

Luis Camnitzer

Uruguayo nacido en 1937 en Lübeck, Alemania, Camnitzer es una de las mentes más lúcidas del arte latinoamericano del último medio siglo. Actualmente reside en Nueva York, donde es profesor emérito del Departamento de Artes Visuales de la NYU. Artista, pedagogo y teórico, Camnitzer ha sido uno de los artífices de la consolidación de una interpretación del arte conceptual latinoamericano que se aleja de la hegemonía formalista norteamericana y plantea una raíz específica en relación a su contexto de origen.


Leer entre líneas

¿Pueden las páginas de una guía telefónica convertirse en un lugar de memoria?

Al intercalar alfabéticamente en la guía de teléfonos los nombres de las personas desaparecidas durante la dictadura militar en Uruguay, Camnitzer actualiza la experiencia de la ausencia física de cientos de personas y la denuncia por la falta de justicia ante su desaparición por parte del Estado .

En términos estéticos la operación es reductiva, austera; el gesto autoral, programáticamente mínimo y modesto. La elección del dispositivo a intervenir tampoco resulta inocente: Camnitzer literalmente “hace espacio” entre los nombres de los actuales ciudadanos uruguayos para introducir la presencia insoslayable de quienes fueron privados de sus derechos primero y de su propia vida después. En sintonía con una línea de trabajo que abarca ya cinco décadas, el artista concibe a la palabra como un elemento visual primordial en su propuesta y resignifica objetos y contextos de uso cotidiano al utilizarlos de manera no ortodoxa.

Si entendemos los contra-monumentos como instancias en las que la/s memoria/s no concluyen cristalizadas sino como procesos incompletos que acusan la mutabilidad de sentidos que otorgamos al pasado, podremos leer el Memorial de Camnitzer como un ejercicio antimonumentalista, una estrategia que intenta presentar lo inenarrable y brindar a los que ya no están, no un epitafio entre los muertos, sino un lugar entre los vivos.

Fue la historiadora del arte Andrea Giunta quien sugirió ciertas relaciones entre esta obra y el Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado situado en el Parque de la Memoria en Buenos Aires . En efecto, tanto la pieza de Camnitzer como el MVTE se organizan cronológica y alfabéticamente en listados dinámicos, móviles, que permiten la inclusión de un nuevo nombre o la modificación de algún dato. Ambos, a su vez, se proponen como instancias abiertas e irresueltas que dan cuenta de la compleja tarea de recopilación de información sobre los desaparecidos debido a la metodología represiva utilizada por el terrorismo de Estado y de la condición de antimonumentalidad que ambos asumen, entendiendo ésta como una forma que no se clausura en sí misma.

Como toda práctica artística eficaz en términos éticos y estéticos, Memorial instala interrogantes. ¿De qué modo dar cuenta, desde el arte, de la condición de los desaparecidos? ¿Cómo sería la realidad política y social del Uruguay si estas personas estuvieran efectivamente al otro lado del teléfono? ¿Qué sucedería, tal como sugiere Mauricio Rosencof, si aquellos que figuran en la guía, y probablemente conocen el destino de muchos de los desaparecidos, hablaran?

Nosotros no podemos llamarlos, pero ellos nos llamarán por siempre sostiene Camnitzer, planteando así el compromiso que se asume cuando el pasado es apropiado desde una lectura del presente y con la mirada hacia el horizonte del porvenir. Si muchas de las lúcidas propuestas de Camnitzer plantean problemas en torno a los desfasajes y tensiones entre imagen y palabra, Memorial parece sugerir que la mejor forma de memoria siempre será la justicia.

Florencia Battiti

Curadora del Parque de la Memoria


La muestra podrá ser visitada hasta el 26 de junio del 2011, de lunes a viernes de 10:00 a 17:00 hs. La entrada es libre y gratuita.

Parque de la Memoria - Monumento a las Víctimas del Terrorismo de Estado
Av. Costanera Norte Rafael Obligado 6745 / 4787-0999/6937
15-5037-6918
http://www.parquedelamemoria.org.

Oxígeno Cero - Riachuelo





El Riachuelo no es solo un río de ochenta kilómetros de largo. También es un símbolo de Buenos Aires. Atraviesa la historia de la ciudad, y la atraviesa geográficamente. Es centro y borde al mismo tiempo. Toda la mitología de la identidad porteña clásica pasa por el Riachuelo: la niebla, el barco que llega cargado de inmigrantes o que muere herrumbrado.
El puerto como lugar para empezar una nueva vida, como escenario para recordar el pasado, para escribir tangos.
La Boca se llama así porque es la Boca del Riachuelo: es el lugar por donde el río habla.
O por donde escupe.
En realidad, antes escupía: ahora las cosas pasan por su lecho como por la garganta de un muerto.
En casi todo su recorrido, el Riachuelo tiene 0% de Oxígeno en el agua. Está ahogado en si mismo, en gran parte gracias a las 4100 industrias que arrojan sus desechos sobre su cauce.


Ver video Oxigeno 0: http://www.vimeo.com/10809246


Este trabajo forma parte de E-co: http://www.fotoeco.es/


Fotogalería Oxígeno Cero

Cómo sobrevivir a orillas del Riachuelo

Las partículas que desprenden las chimeneas de las fábricas, producen picazón en el cuerpo. Luz de 11 años tiene varias marcas en brazos y piernas.




La cooperativa de fotógrafos Sub retrata historias cotidianas de algunas de las 5 millones de personas que viven en la cuenca Matanza-Riachuelo, cuyas aguas carecen prácticamente de oxígeno. Vida privada y tragedia pública. Alfredo Clavijo vive frente al polo petroquímico Dock Sud y desde hace veinte años denuncia los efectos de la contaminación en el Riachuelo sobre la salud de los vecinos. Luz, una niña de once años, tiene el cuerpo con marcas por la picazón del humo que se desprende de 4100 fábricas que, además, arrojan sus desechos en ese cauce de La Boca. Marta, de Isla Maciel, lleva plomo en la sangre, como la mitad de los niños que viven allí, aunque las industrias insistan en que no lo utilizan. Las fotos que integran la muestra Oxígeno Cero –que se expone por estos días en la galería Arte por Arte, con curaduría de Victoria Verlichak– investigan la problemática de la contaminación en el Riachuelo, donde, justamente, el nivel de oxígeno en el agua es nulo por la saturación de residuos tóxicos. A contrapelo de los grandes relatos, los integrantes de la cooperativa Sub, responsables de este trabajo, se detienen más bien en el rastro palpable, pero muchas veces invisible, de la situación que denuncian: las historias de quienes viven a orillas del lugar. La investigación se realizó entre fines de 2009 y comienzos de 2010 por sugerencia del curador Claudi Carreras, que dirige el Encuentro de Colectivos Fotográficos Euroamericanos, en Madrid. Carreras le propuso a diversos grupos de fotógrafos trabajar sobre problemática medioambiental y mostrar después el resultado durante el Encuentro. Además, una de las fotografías (la del conventillo, que se incluye en esta nota) acaba de ser premiada en el marco del certamen Pictures of the Year International, que otorga la universidad de Missouri a trabajos fotoperiodísticos. “Oxígeno cero se detiene en el Riachuelo desde una perspectiva histórica, pero también indaga en las condiciones de salud en las que viven los vecinos de la zona y el modo en que una problemática sanitaria es, al mismo tiempo, social. En las vivencias cotidianas todos esos niveles de complejidad conviven y eso es lo que buscamos retratar”, explica Gabriela Mitidieri, una de las seis integrantes de Sub.

Ivana Romero, Tiempo argentino, 29 de Marzo de 2011


Oxígeno cero
en la galería arte por arte
Hasta el 30 de abril.


Tomado de: http://tiempo.elargentino.com/notas/como-sobrevivir-orillas-del-riachuelo