El Riachuelo no es solo un río de ochenta kilómetros de largo. También es un símbolo de Buenos Aires. Atraviesa la historia de la ciudad, y la atraviesa geográficamente. Es centro y borde al mismo tiempo. Toda la mitología de la identidad porteña clásica pasa por el Riachuelo: la niebla, el barco que llega cargado de inmigrantes o que muere herrumbrado.
El puerto como lugar para empezar una nueva vida, como escenario para recordar el pasado, para escribir tangos.
La Boca se llama así porque es la Boca del Riachuelo: es el lugar por donde el río habla.
O por donde escupe.
En realidad, antes escupía: ahora las cosas pasan por su lecho como por la garganta de un muerto.
En casi todo su recorrido, el Riachuelo tiene 0% de Oxígeno en el agua. Está ahogado en si mismo, en gran parte gracias a las 4100 industrias que arrojan sus desechos sobre su cauce.
El puerto como lugar para empezar una nueva vida, como escenario para recordar el pasado, para escribir tangos.
La Boca se llama así porque es la Boca del Riachuelo: es el lugar por donde el río habla.
O por donde escupe.
En realidad, antes escupía: ahora las cosas pasan por su lecho como por la garganta de un muerto.
En casi todo su recorrido, el Riachuelo tiene 0% de Oxígeno en el agua. Está ahogado en si mismo, en gran parte gracias a las 4100 industrias que arrojan sus desechos sobre su cauce.
Ver video Oxigeno 0: http://www.vimeo.com/10809246
Este trabajo forma parte de E-co: http://www.fotoeco.es/
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